El emblemático protagonista de House M.D. (Hugh Laurie) se enfrentaba a un complejo caso de una paciente con extraños síntomas en uno de los capítulos de la serie.
En él, el equipo de House después de realizar muchas pruebas y analizar las opciones, consideraba que el problema podía estar en el cerebro, concretamente, en el centro del miedo. En esa situación, House (líder del equipo) pregunta a Foreman, neurólogo, dónde está el centro del miedo. Él le responde: «cerca del hipocampo. Es un área grande y activa. Si cortas a ciegas por allí podrías matarla. La única manera de ver este coágulo es una autopsia».
En ese momento House le hace a su superior la siguiente pregunta: «¿Sigue siendo ilegal hacerle una autopsia a alguien vivo?».
El caso de este exemplum basado en la analogía tiene mucho que ver en mi percepción acerca de cómo se está impartiendo la educación ejecutiva en estos momentos. Y es que aunque parezca anecdótico, si, se estudian casos de éxito o de fracaso que son ya cadáveres.
De diseccionar casos a aportar a casos
La metodología del método del caso tiene en su definición un problema de difícil resolución en tiempos de incertidumbre y volatilidad: estudia una situación bajo unos condicionantes que nunca más se volverán a repetir, o no de la misma forma. No digo con eso que no sea un buen aprendizaje, ya que como ocurre en la medicina, para aprender, se empieza con un entorno teórico idóneo… pero los médicos no se quedan estudiando el éxito de Miguel Servet y el descubrimiento de la circulación de la sangre.
El verdadero médico empieza “en serio” en cuarto/quinto de carrera con prácticas que van más allá de diseccionar un cuerpo (o partes de éste), y es observando a otros operando y dando diagnósticos en tiempo real. Más adelante, prosigue con su MIR y acaba enfrentándose a situaciones reales donde a veces lo aprendido se puede aplicar, y en otras, es la propia experiencia la que le va marcando el camino.
Volviendo a la educación ejecutiva, ¿cuál es el valor real hoy de conocer los casos Nokia o Microsoft con la plaga de la pantalla táctil en Mobile?
Es evidente que hay grandes lecciones que se pueden aprender de estos dos gigantes, pero poco podemos aportarles. Nokia y Microsoft no vieron la plaga (o la vieron tarde) y ése es el principal aprendizaje pero más allá de sabernos la resolución del caso, no podemos darles nada a esos proyectos porque son cadáveres. Lo único que hacemos analizando sus fracasos es diseccionar los casos. Repito, algo muy válido cuando empiezas, pero probablemente insuficiente cuando podrías no sólo diseccionar, sino aportarle al proyecto. ¿El problema? Los condicionantes nunca serán los mismos, por eso, aunque estudies y disecciones el caso 100 veces, no lograrás que Nokia se levante o que Windows Phone despegue. Su tiempo ya pasó.
Sin embargo, ¿cuál es el valor real de conocer en tiempo real el caso de Bitbrain o de HomyHub respecto al de trabajar un caso de éxito conocido?
Como me dijo Nuria Manzano en una entrevista en los últimos días de su Intra|DISRUPT hace unos meses:
“Para mí la diferencia es entre ser forense, que es un caso que está hecho, y operar en directo. No tiene nada que ver. El primero es algo que ya se realizó y en el que no puedes influir y el segundo es un ente vivo en el que conoces a todo agente biológico que participa en él y donde te comparten su sueño. Tu puedes influir de alguna manera, es un momento donde se congela el tiempo. Alguien te da el regalo de algo que pensó y quiere hacer”
Lo bonito de hacer casos en tiempo real es que efectivamente, diseccionas y tienes la posibilidad de aportarle mucho a una empresa viva. Eso jamás lo tendrás estudiando casos del pasado 😉
Pero ya no es sólo que el desenlace del cuento está por escribir, es que al igual que un médico, estás cogiendo bagaje en un entorno real. E incluso en el hipotético de que analices el mismo caso a seis meses vista, es ya en sí mismo un caso diferente. Como me contó en otra entrevista Antonio Osorio:
“No hay repetición en el mundo OSMOTIC porque el hecho de que haya nuevos componentes del curso y que haya nuevas startups, aunque se intente repetir los procesos del año pasado, significa que no hay ninguna capacidad de repetir, cada ciclo de 3 semanas es completamente nuevo”.
¿Es legal hacerle una autopsia a un vivo? Gracias a la metodología osmótica basada en la realización de casos en tiempo real, es posible vivir un caso, e incluso repetirlo, sin conocer el desenlace. O lo que es lo mismo, la diferencia entre estudiar el camino, y andar el camino.
¡Me ha encantado esa analogía!