La importancia del Time to Market: proyectos que nacieron antes de tiempo

time to market

Una buena idea lanzada en un mal momento es una muy mala idea.

En el mundo empresarial, raro es aquel emprendedor que no haya soñado con encontrar la idea. Ese desarrollo e/o innovación que hagan que su producto y/o servicio satisfaga o cree una necesidad indispensable para el público y acabe por comercializarse en todo el mundo. Por desgracia, en el camino de la búsqueda de la idea, no es suficiente con tenerla sino que hay que tenerla en el momento adecuado. Repito la frase, «una buena idea en un mal momento es una muy mala idea».

Lógicamente, la historia nos demuestra que empresas con interesantes propuestas, que bien podrían haber alcanzado el éxito en el periodo actual, nacieron demasiado pronto, en mercados no maduros y acabaron pasando fugazmente por la historia.

También hay que tener en cuenta que el statu quo influye en el Time to Market. Como dice Luis, «nunca subestimes al status quo», puedes tener la mejor idea, en el momento idóneo, y que se retrase esa adopción hasta que sea inevitable por el establishment, o nunca salga (cuando saques algo, mira a quién «molestas» antes de sacarlo).

Lo vimos por ejemplo con Napster, donde hasta que ese statu quo no adoptó y participó de ese cambio, ese cambio no terminó de llegar

Sin embargo, cuando aparece un cisne negro, surgen muchas oportunidades que el Statu-Quo estaba bloqueando. ¿Os habéis dado cuenta?

Sea por un tema de lanzar un producto/servicio antes de tiempo, o porque el statu quo hizo de las suyas… hubo proyectos maravillosos que nacieron muy lejos de su Time to Market. Os traigo algunos ejemplos.

Cinco proyectos que nacieron out of time to market

1. Autoped Company (Autoped) – 1916

Hoy están de moda los patinetes eléctricos, son algo «novedoso», «disruptivo»… pero la realidad es que empezaron mucho antes.

El desarrollo del primer patinete con motor (Autoped) se desarrolló hace más de 100 años. Se atribuye su invención a Hugo C. Gibson en 1910, si bien fue patentado por Joseph Merkel en 1919.

El objetivo fue proporcionar un transporte práctico para los urbanitas de las grandes ciudades… ¿os suena el público objetivo?

Los objetivos de Merkel eran los de ofrecer un vehículo distinto para uso individual, que contase con un práctico motor de pequeño tamaño, compacto, gran portabilidad, de muy poco peso y construcción económica, destinado principalmente a que el individuo pudiese moverse por la ciudad, y además, transportarlo plegado cuando usase medios de transporte alternativos como el tren.

Florence Norman con su Autoped

Sin embargo, y aunque en 1920 Florence Norman ya iba a trabajar con el primer modelo de Scooter del mundo, la realidad es que Autoped no tuvo la adopción esperada. Convivir en un mercado donde tu competencia a motor era la Scooter con un vehículo con mucha menos potencia (una sola marcha) y donde además, el patinete era mucho más cara que la bicicleta (el otro vehículo usado en las grandes ciudades) hizo que Autoped no pudiera ser competitiva en esos años.

En esto del Time to Market, lo importante no es la idea, sino cuándo la lanzas…

2. Advanced Vehicle Engineers (AVE Mizar) – 1971

En 1971, Harry A. Smolinsky y Harold Blake fundaron la empresa Advanced Vehicle Engineers (AVE) para dar forma a una aparente buena idea: hacer el primer coche comercial que pudiese volar.  Tras dos años desarrollando el proyecto, en 1973 sacaron el primer prototipo bajo en nombre de AVE Mizar.

En las primeras pruebas, se demostró la capacidad real de despegue y vuelo de este coche (durante un breve periodo de tiempo), lo que le sirvió a sus fundadores para lograr un acuerdo con GalpinFord que permitiría distribuir el coche a unos 15.000 dólares de la época.

Sin embargo, en este caso, la tecnología no estaba lo suficientemente avanzada para poder llevar a cabo esta idea, ya que en Septiembre de ese mismo año, los propios fundadores fallecieron tras hacer un vuelo de prueba.

La tragedia de AVE Mizar nos enseña que no sólo hay que tener en cuenta al mercado a la hora de poner en marcha una nueva idea, sino si la tecnología existente hace viable esa idea o la coyuntura de intereses existentes en el momento no suponen una barrera insalvable para poder llevar a cabo el proyecto.

Y es que es ahora cuando empresas como Tesla, Airbus, Volkswagen, o incluso Terrafugia (que afirman que en 2025 serán capaces de llevar al mercado su propio modelo de coche volador) están retomando la idea de Smolinsky y Blake. ¿Se dará forma a la idea de éstos? Sólo el tiempo lo dirá…

3. Webvan (eFood)

Aunque las propuestas de Amazon Go, Wallmart o Instacart, pueden ser innovadoras y muy modernas, lo cierto es que ya existían comercios del «grocery retail» digitalizados desde hace mucho tiempo. Webvan era un supermercado online, creado en 1996, que creció demasiado rápido gracias a las altas expectativas que generaban las puntocom en bolsa.

Su propuesta de valor se basaba en que el número de personas que estaban dispuestas a realizar compras por Internet aumentaría lo suficiente para hacer de su negocio un “caballo ganador”. Pero en cuanto estalló la burbuja digital, las acciones de Webvan cayeron en picado, y la compañía acabo cerrando definitivamente en Julio de 2001. Sin embargo, es ahora cuando parece que sí existe demanda potencial online en el sector del «grocery retail».¿Demasiado pronto para un mercado aún emergente?

Webvan supuso una nueva forma de repensar las cosas para otros muchos emprendedores, así como una gran lección para su propio fundador, Louis Borders: «No necesitas un millón de dólares para comenzar una gran compañía, sino un plan bien elaborado».

4. Design That Matters (NeoNurture)

La organización Design That Matters —fundada por Timothy Prestero— se creó para proporcionar al mundo subdesarrollado incubadoras económicas. En 2008, sacaron a la luz su prototipo de incubadora: NeoNurture.

Timothy y su organización vieron que un problema fundamental representaba una oportunidad: los centros médicos de los países en desarrollo no podían proveerse de repuestos para sus incubadoras. Por ello ofrecieron al mercado una incubadora moderna y funcional, hecha con partes de automóviles, que podían remplazarse con facilidad. Tan buena parecía esta idea, que NeoNurture fue considerado, según la revista Time, como uno de los 50 mejores inventos del año 2010.

Sin embargo, en palabras de Timothy, «el único bebé que usó la incubadora NeoNurture, fue el niño de la sesión de fotos de la revista Time»

¿Por qué el NeoNature se quedó sólo en un prototipo?

El propio Prestero lo explica aquí: «Ningún médico, ni administrador de hospital quiere tecnología que aunque efectiva, parezca hecha de piezas de coche. Parece una locura, pero algunos hospitales prefieren carecer de equipos a tener algo que les parezca barato o cutre»(«Every doctor and hospital administrator don’t want effective technology that looks like it’s made from car parts. It sounds crazy but some hospitals would rather have no equipment than something that looks cheap and crummy.»)

Otra lección aprendida es que la adopción de la tecnología también se rige por normas culturales, lo que implica tener que conocerlas antes de internacionalizar ninguna tecnología o idea.

5. Apple (Newton MessagePad)

En 1987 una Apple sin Steve Jobs (estaba dirigida por John Sculley), desarrolló, tras cinco años de gestación, una curiosa idea que salió definitivamente al gran mercado en 1992 bajo el modelo Apple Newton MessagePad H1000.

El Newton MessagePad, fue considerado como el primer PDA (Personal Digital Assistant) – aunque realmente el primero fue el Psion Series 3, lanzado en 1991. Entre otras cosas, incorporaba aplicaciones de calendario, agenda, notas, procesadores de texto, hojas de cálculo, permitiendo al usuario conectarse con otros dispositivos e incluso llamar. Para colmo, permitía hacer las primeras incursiones en la web y gestionar emails.

Bajo estas características, en un nicho de mercado en el que no tenía inicialmente competencia directa (hasta la llegada de los Palm de Pilot) y con un éxito inicial generado por las expectativas – se vendieron en sus dos primeros meses de lanzamiento unas 50.000 unidades – todo parecía indicar que la compañía de la manzana tenía entre sus manos otro proyecto exitoso.

Pero el producto no cumplió con las expectativas generadas. Tenía fallos en la experiencia de usuario derivados del software y del hardware, que hacían que su elevado precio (costaba 699$ de la época) no compensase su compra en comparación con las funcionalidades que brindaba un ordenador. En otras palabras, ni la tecnología permitía dar una herramienta fiable que cubriera las necesidades del mercado, ni el mercado estaba lo suficientemente maduro para adoptar el concepto del First Mobile. Para cuando el mercado empezó a tener ciertas necesidades de movilidad, Pilot ofreció una solución como complemento al ordenador que hizo a Palm como el modelo de PDA que ahora sí, demandaba el mercado. En 1998 Steve Jobs en su vuelta a Apple acabó con el Newton MessagePad.

Este caso nos enseña que aunque Apple Newton estuviese out of time to market, fue el precursor de otros proyectos que sí tuvieron un gran éxito: el iPad y el iPhone, cogiendo como base el concepto de computación móvil con pantalla táctil. Hay fracasos que conducen al éxito, y el Apple Newton es uno de ellos.


Cinco casos distintos, y una lección aprendida en cada caso. ¿Qué otros casos conocéis de proyectos, ideas o empresas que nacieron fuera de su Time to Market?, ¿os animáis a comentarlo?