POTENCIAL DIGITAL
Lo digital ofrece un potencial inédito y sin precedentes. Cada una de las tecnologías que tenemos encima de la mesa actualmente es una revolución en sí misma. Muchas ya están maduras. Muchas ya tienen “casos de éxito” y cadáveres disruptados o disruptidos o como se diga. Son plagas que pueden matarnos en manos de otro y por ello queremos tenerlas nosotros para ser los que salgamos reforzados.
Todos sabemos ya eso.
Es obvio que vamos a un mundo en el que las empresas se tienen que convertir en un sumatorio de dinámicos proyectos que nacen y desaparecen y que por lo tanto la empresa va a tener que convertirse en un generador de equipos con gente que aún no está preparada para ello. Lo digital tiene que servir a esa realidad, para esa necesidad.
Creo que es irrefutable saber que vienen curvas.
REINVENCIÓN NECESARIA
En un futuro relativamente cercano ningún negocio seguirá funcionando igual. Hay demasiadas tendencias destructivas del status quo como para que haya alguna actividad que lo mantenga al 100%. No hay normativa que te defienda, no hay ventaja competitiva inmune, no hay supremacía que se mantenga sin reinvención. Hay que reinventar el modelo de negocio 360º, transformar la empresa completamente para vivir y sobrevivir en un mundo muy diferente.
¿CÓMO NOS TRANSFORMAMOS?
El problema es que no sabemos cómo prepararnos para un mundo que va a ser mucho más exigente con las compañías, las va a obligar a responder en tiempo real al entorno y a su vez tener muy clara la estrategia para no perder el rumbo. No sabemos cómo prepararnos. No sabemos cómo defendernos. No sabemos cómo aprovechar la oportunidad. No sabemos cómo transformarnos.
«No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va». Séneca no sabía de Agile, pero su cita nos vale para arrancar.
Lo que es seguro es que para el camino hay que ser muy flexible, emprendedor, ágil, versátil como empresa y por ende los que tomen las decisiones estratégicas y en tiempo real.
Sabemos que la competencia puede venir ya de cualquier lado y que con las múltiples plagas (tecnológicas, sociales y de recursos) que nos acechan, pensar a largo plazo puede resultar “un engorro”. Da miedo equivocarse da mucho miedo, pero tenemos que quitárnoslo, hay que pillar al toro por los cuernos y tomar decisiones a largo que son las que condicionarán nuestro proceso de transformación.
LOS 4 PASOS DE LA TRANSFORMACIÓN
No se trata, por supuesto, de un tema de «digital», se trata de modelo de negocio y se trata de estrategia. Desde el “HOY” a la «empresa DIGITAL» (o compatible con el mundo digital) fijamos 4 fases.
Lo primordial y prioritario es, como dijo Séneca, fijar la visión del mundo que tiene la empresa y decidir cuál es la función que tendrá en el futuro. Es una decisión muy muy estratégica, fijar la misión que le encomendamos a nuestro proyecto en ese futuro.
1. COMENZAR POR LA ROYAL TRANSFORMATION:
Esta decisión es MUY importante, es nuestro CORE BUSINESS a largo y es la base de todas las decisiones que tomaremos desde el momento que lo decidamos. No es una decisión a tomar por una consultora externa o por un «scrummaster amigo de mi hijo» con nociones de inglés.
La MISIÓN y CORE BUSINESS a largo del proyecto es una decisión a tomar por el REY, es una decisión REAL (royal) a tomar por “los decisores de la empresa”, es una responsabilidad indelegable, aunque se puede compartir o co-crear con el ecosistema de la propia empresa.
Evidentemente tiene la misión a largo tiene que ser una decisión firme, porque va a condicionar todas las decisiones posteriores. Tendrá que internalizarla todo el equipo, todo aquel que tenga que tomar decisiones tendrá que tener en cuenta el “hacia dónde vamos” en todo momento, porque en un mundo más rápido cada vez habrá más decisiones a tomar y no podremos preguntar a papá cada vez que estemos ante una.
2. PREPARAR LA EMPRESA PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL:
En el plano estratégico, una vez decidido el OBJETIVO/MISIÓN/DESTINO al que se dirige la empresa, es el momento de preparar el camino y los procesos para permitir aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación. Es el momento de la transformación a digital en el que se plantea el qué supone la transformación para la empresa en cuestión.
3. PREPARAR A TU GENTE PARA LIDERAR EL MUNDO DIGITAL:
La diferencia principal entre el emprendedor y el empleado es el diferente manejo de la incertidumbre. La toma de decisiones en incertidumbre es algo a lo que no estamos acostumbrados. Pero es necesario que las decisiones a implementar sean tomadas de forma ágil y emprendedora. Repetimos: en un mundo más rápido cada vez habrá más decisiones a tomar y decisiones para las que no habrá receta, ni best practice ni procedimiento ni tiempo para escribirlo.
El decisor de la empresa necesitará tomar decisiones como lo hace un emprendedor, en incertidumbre y mirando de reojo el objetivo final y las claves para el camino hasta ese destino.
Para ello necesitamos una persona:
- estratega: para incorporar la estrategia empresarial en sus decisiones
- flexible: para adaptarse a las vicisitudes del día a día
- versátil: para afrontar temas a los que no necesariamente está habituado
- colaborativo: para incorporar en la toma de decisiones a su entorno
- creativo: para crear soluciones nuevas para problemas nuevos
- espabilisto: para saber buscarse la vida cuando las situaciones no sean fáciles
- osmoticco: que sea capaz de aprender y enseñar del y al entorno
- sistémico: que entienda en cada momento las implicaciones de sus decisiones al sistema
- algorítmico: que decida en base a las variables importantes para la empresa, su proyecto entendiendo la importancia de cada una de ellas.
Hay que preparar a las personas antes de acometer la implementación de la transformación digital
4. IMPLEMENTAR LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL:
Es sólo cuando ya tenemos clara la reinvención de la empresa, el objetivo final claro, los procesos preparados o la estrategia de transformación clara y las personas que deben de tomar decisiones listas para la guerra cuando debemos dar el siguiente paso: IMPLEMENTAR.
Es el momento en el que hay que poner en movimiento la organización. Es el momento en el que, teniendo claro hacia dónde hay que ir y sabiendo tomar decisiones alineadas con la estrategia y habiendo preparado a las personas de la organización, podemos implementar la transformación.
LA REALIDAD
Sin embargo tenemos mucha prisa. prisa por no perder el tren… PRISAS, PRISAS. Hay que transformarse, y YA!!! Hay prisa… el tren se va…
No podemos esperar ni un minuto a meter SCRUM, Big Data, KANBAN, IoT, SQUADS, Machine Learning, TRIBUS, Virtual Reality, DAILIES, Augmented reality, STARTUPS, 3D printing…. HAY QUE SER DIGITALES!!! 0s y 1s. Tonto el último que empiece a ser ágil, perdón AGILE. estamos en “digital motion”, en marcha por la senda digital.
MIEDO AL FIN
Pero “ser digital” no es un fin… no debe serlo. SER DIGITAL ES UN MEDIO un medio para darte la flexibilidad y la versatilidad que te va a exigir el competir en un mundo líquido en el que la tecnología hace todo posible, para todos. Ser digital es un medio para conseguir llegar a un destino.
«No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va».
¿sabes hacia dónde vas?