¿Cuántas discusiones de cafetería, -antes infinitas-, se zanjan hoy con un vistazo a wikipedia desde un móvil? ¡Casi todas!
Somos una generación de directivos que está viviendo una interesantísima época para el curioso: la revolución del conocimiento. Con la irrupción de Internet, prácticamente todo el mundo puede acceder al conocimiento, no hay excusa para no aprender. Sea de la manera tradicional, o por internet, cualquier temática o contenido tiene mil formas de ser aprendido ahora.
El aparentemente anecdótico lanzamiento de Linkedin Learning, fue la apertura al mercado del conocimiento de la mayor base (467 millones de profesionales) con un impresionante repositorio de video-cursos sobre todas las materias imaginables relacionadas con los negocios.
Linkedin Learning es todo un “MBA” al alcance de cualquiera. El libro del conocimiento y los contenidos educativos y formativos es omnipresente, infinito y multimedia, y están en mayor o menor medida, cada vez más al acceso de cualquiera.
Pero la casuística y la frecuencia de los problemas a resolver, también se ha disparado. Desde hace años, vivimos en perpetua turbulencia en un mundo volátil, incierto, ambiguo y cambiante, que ridiculiza la relevancia del pasado cuando uno tiene que enfrentarse a un presente -y a un futuro- completamente impredecibles.
En este mundo de omnipresencia del conocimiento y perpetuo cambio:
- ¿Estamos preparados los directivos para desenvolvernos y competir contra y con los nacidos en la incertidumbre? ¿Y con los robots?
- Teniendo todo el conocimiento necesario para construir en la palma de la mano, ¿necesitamos instituciones educativas para que nos enseñen, basándose en experiencias irrepetibles ya pasadas, a vivir en un mundo que ellas tampoco pueden imaginar?
- ¿Son los programas actuales de formación ejecutiva capaces de prepararnos para “surfear” el conocimiento ubicuo y solucionar problemas complejos, interrelacionados, multidisciplinares y efímeros?
Yo creo que la industria del aprendizaje ejecutivo necesita una reinvención en todas sus dimensiones y paradigmas.
Del KNOW-ledge al KNOW-how
Es necesaria la transición de las clases magistrales a los casos prácticos colaborativos, de las asignaturas a los proyectos y en definitiva pasar del “conocimiento de Ledge” (estante) al “conocimiento de How”, del knowledge al know how.
#Finlandia fue trending topic hace unos años, y se está generando la consciencia de la necesidad de otro tipo de educación en España. Ya hay colegios que son pioneros en este cambio vital para el futuro y no hay duda de que las futuras generaciones estarán formadas con un enfoque muy diferente al actual. Desde pequeñajos, se convertirán en una generación de futuros ejecutivos que lleve en el ADN el aprendizaje cooperativo y colaborativo por proyectos, los mapas mentales, el repartir roles y responsabilidades y, en general, el aprender divirtiéndose.
Óscar Martín, Presidente del Consejo de Directores de Colegios Públicos de Madrid y asesor nuestro en OSMOTIC, nos comentaba que “esta generación gamificada ya no trabaja con el conocimiento, sino va aprendiendo a construir conocimiento nuevo, inédito, curado”. Añade que “lo que tendrá que aprender un ejecutivo del futuro es a ser capaz de pensar en lo impredecible, ser disruptivo al tomar decisiones imprevisibles para un futuro que aún no existe” y que “sorprendentemente no es la tecnología la que está generando esta evolución, sino una nueva forma de enfocar los problemas, de conectarse y relacionarse.”
Las respuestas no están escritas, se trata de hacer las preguntas que quizás nadie haya hecho antes de forma que obtengamos respuestas que nadie ha buscado antes. Tendremos que aprender la nueva vida real, la vida en la que el futuro espera a que lo inventemos nosotros. El reto es trabajar la experiencia en el uso de metodologías para explotar el conocimiento ya abundante y dotarlos del mindset de net-work (colaboración) para construir sobre él su estrategia.
¿Do we know how?
El aprendizaje ejecutivo (Business Schools etc.) siempre ha llevado la delantera al resto de la comunidad educativa en el aprendizaje en base a proyectos. El “Método del Caso” inventado por Harvard es el máximo exponente de ello.
Pero -parece que-, el modelo de las escuelas de negocio ha llegado a su cima y está en una evidente burbuja que necesita reinvención. De lo contrario, será arrollado por algún modelo disruptivo que ponga encima de la mesa la fórmula para construir directivos que sean capaces de aprovechar el conocimiento ubicuo del entorno para solucionar problemas impredecibles en tiempo real.
Es un negocio billonario, de moda, que es trending topic mundial por ser -a todas luces- el cuello de botella del desarrollo y en donde muchos jugadores están invirtiendo recursos actualmente. El airBnB de las escuelas de negocio probablemente no haya nacido aún, pero tarde o temprano a cada modelo le llega su San AirBnB.
Iniciativas educativas de futuro
En general, el movimiento de las principales escuelas de negocio para ocultar la facilidad de acceso alternativo al conocimiento y mantener e incrementar el coste de sus matrículas, ha sido apalancar sus potentes marcas apostando por vender la exclusividad y la representatividad sobre la base de la posición en los rankings de The Financial Times, Business Week, etc.
Aún así, por supuesto, ya hay iniciativas muy interesantes en el sector y además cada institución educativa seguramente tiene ya su idea de cómo encarar el futuro.
La mayoría de las innovaciones se basan en las opciones que brinda el uso de la tecnología para reinventarse hacia lo virtual. Los MOOCs (Massive Open Online Courses), en los que se escala el modelo de las clases online “tradicionales” a un número ingente de participantes, supuestamente, apalancando las infinitas conexiones que se crean, son un ejemplo de éxito. Otras líneas van hacia escalar mediante reutilización de contenidos del estricto video formativo como repositorio como el mismo Linkedin Learning o Tutellus etc.
En el otro extremo de las propuestas de virtualización están los esfuerzos por virtualizar las clases tradicionales (emular la experiencia Online a la presencial) mediante el uso de las tecnologías de realidad virtual y aumentada, por las que apuesta el IE Business School con su proyecto estrella: WOWROOM.
Paralelamente, hay infinidad de proyectos e iniciativas de uso del Big Data, la Inteligencia Artificial y otras tecnologías para potenciar la efectividad de los procesos de aprendizaje, todo esto daría para varios libros.
¿Qué más se puede ofrecer al ejecutivo para que se convierta en el líder que el mundo necesita, si ya tenemos todo el conocimiento y la tecnología?, ¿dónde está la verdadera disrupción?
1ª parte de un artículo publicado originalmente en el año 2017 en createch540.com